Uno a cero a Huracán. Con el triunfo preserva la punta. En el final hubo una falta de penal sobre Wanchope Abila pero no hubo sanción.
BUENOS AIRES.- San Lorenzo de Almagro festejó ayer un nuevo triunfo en el clásico ante Huracán por un acotado 1-0, resultado que le permite mantenerse en lo más alto de la tabla de posiciones de la Zona 1 del torneo Transición del fútbol argentino, aunque quedará marcado por la polémica que se produjo a dos minutos del final cuando el árbitro Jorge Baliño no sancionó como penal una infracción que Matías Caruzzo le cometió a Ramón Abila en la puerta del área chica.
Nicolás Blandi, a los 14 minutos del segundo tiempo, con la colaboración del defensor de Huracán Federico Mancinelli, anotó el gol que le dio la victoria de San Lorenzo, que pudo haber ampliado la ventaja a los 36 de ese mismo período, aunque Néstor Ortigoza estrelló un penal contra el travesaño.
La virtud que le permitió a San Lorenzo quedarse con los tres puntos fue la capacidad que tuvo para aprovechar su mejor momento en el partido, más precisamente el segundo tiempo, algo que no hizo Huracán en los primeros cuarenta y cinco.
Todo comenzó con una situación clarísima de gol para Huracán. Ramón Abila ganó una pelota por derecha y metió el pase hacia adentro para el ingreso de Mariano González, quien sacó un remate derecha que salió pegado al ángulo superior izquierdo del arco defendido por Sebastián Torrico.
Corrían apenas 29 segundos y Huracán ya tenía todo claro: apostaba a ganar el mediocampo, y apostar a la velocidad de sus volantes externos para habilitar a Abila, mientras que San Lorenzo trató de basar su estrategia a partir de Ortigoza, pero a la idea de Pablo Guede le faltó la manera con la cual logró ser profundo.
A los 9 minutos González metió un “bombazo” en el travesaño.
En su tercera oportunidad en el segundo tiempo, San Lorenzo se puso en ventaja. Blanco, habilitó a Ortigoza, quien metió un pase en profundidad para Pablo Barrientos. El volante envió el centro, Mancinelli desvió la pelota y Blandi sobre la línea la empujó al gol.
A los 36 Ortigoza estrelló un penal en el travesaño. Y nada pasó desde ese momento hasta los 43. Abila fue a buscar un pelotazo, le ganó la posición a Caruzzo, quien le pegó abajo y lo tiró. Clara infracción, todo el mundo esperó la sanción, pero Baliño hizo seguir jugando el partido. El clásico terminó con polémica y con la punta resguardada para San Lorenzo.